La propuesta aquí planteada busca un juego de volúmenes claro y sencillo, donde el espacio abierto impregne todo el edifico generando una calidad espacial singular.
El concepto que lo origina es fundamentalmente el respeto hacia los valores históricos de los habitantes del municipio, tanto desde la perspectiva artística, como desde la memoria, sin perder de vista los valores ecológicos y medioambientales.
Desde la perspectiva artística, la propuesta plantea conservar el máximo de la herencia arquitectónica, por lo que se mantienen de las escuelas, en su totalidad, el edifico interior y las fachadas principales, restaurándolas y conservándolas.
Únicamente se opera sobre la fachada que linda con la plaza que forma el Paseo de General Infante, de forma que permite una integración urbanística singular con la trama del municipio.
El edifico se plantea como un gran espacio público abierto a todos los ciudadanos. Este espacio nace de la plaza pública de la calle y se integra en los espacios exteriores privados del centro de salud. Esos espacios exteriores van moteando el espacio edificado a través de patios de manera que existe una clara relación de permeabilidad con el exterior.